Durante los meses de embarazo se producen en las mujeres una serie de modificaciones a nivel fisiológico que terminan por tener repercusión en sus pies, tanto en su funcionamiento como en la forma de caminar.

El aumento de volumen abdominal origina un desplazamiento del centro de gravedad en posición estática que desencadena en un aumento progresivo de la curvatura lumbar. Esto provoca un cambio importante en la marcha. Estaríamos hablando, principalmente, de la reducción de la velocidad y aumento de la base de sustentación (separación de los pies).

En los meses de verano, el buen tiempo y la subida de las temperaturas afectan especialmente a los pies de las mujeres que se encuentran en el último período de embarazo. Los problemas más frecuentes son el dolor y las molestias al caminar e incluso dificultades para usar algún zapato, aunque este cumpla las características adecuadas.

El aumento de volumen y peso repercute en los miembros inferiores sobrecargando la musculatura y algunas articulaciones como la rodilla, la cadera y el tobillo. Un cambio significativo en los pies es la disminución en altura del arco interno a consecuencia del aumento del peso que hace que la musculatura encargada de dar sustento al arco se vea debilitada y/o sobrecargada.

La prevención y el tratamiento del hundimiento del arco al caminar se hace con plantillas. Las plantillas elegidas serán conforme a las medidas y necesidades de cada paciente y proporcionarán un mejor soporte y ayuda para la correcta distribución de los apoyos plantares. También son muy comunes los calambres en la cara posterior de las piernas y muslos debidos al cansancio y a las alteraciones circulatorias.

Otro de los problemas frecuentes en los pies de las embarazadas es el edema, una inflamación de pies y tobillos. El útero ejerce presión en los vasos sanguíneos de la cadera produciendo una disminución de la velocidad de la circulación de retorno. Por norma general se manifiesta durante los últimos meses de embarazo.

Es importante que todas las mujeres embarazadas tengan conocimiento sobre la salud  de los pies durante el embarazo para poder prevenir el dolor en estos nueve meses.

Siguiendo los consejos de un podólogo, las alteraciones serán menores y después del parto los pies volverán a la normalidad.

Cuidados del pie durante el embarazo

  • Es importante controlar el peso y que se encuentre dentro de los límites establecidos. Para activar la circulación es recomendablvoverse y no estar mucho tiempo sentado/a
  • Para mejorar la circulación y bajar el hinchazón se recomienda dar paseos largos por zonas tranquilas. Eso si, hay que seguir unas pautas para no agotarse excesivamente. Lo aconsejable es hacer ejercicio moderado cada día
  • Estar preferiblemente en una postura con las piernas elevadas. Se recomienda no sentarse con las piernas o tobillos cruzados
  • Evitar presiones como podría ser la ropa ajustada. Se pueden utilizar medias especiales o de descanso
  • Evitar largas exposiciones de tiempo en lugares donde haga mucho calor. Mantener la temperatura corporal fresca será de gran ayuda para evitar la hinchazón de los pies
  • Es recomendable beber mucha agua. Esto hará que el cuerpo retenga menos líquidos. Lo aconsejable es beber al menos 2 litros de agua al día
  • Llevar una dieta equilibrada, con comidas ligeras y bajas en grasas. Asimismo se debe reducir la cantidad de sal en las comidas
  • Es necesario hidratar los pies a diario para activar la circulación
  • Masajear los pies y realizar baños de contraste frío y calor especialmente al terminar el día